La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, con motivo de redirigir las políticas aplicadas en el mundo, aprobó en el año 2015 la conocida Agenda 2030. Siendo suscrita por los 193 países miembros de la ONU y haciéndola vinculativa para cada uno de estos países. La agenda buscó generar una visión hacía la sostenibilidad económica, social y ambiental para los países que la suscribieron.

La reutilización y el cuidado del medio ambiente forman parte fundamental de la aplicación de la agenda. Es por esto, por lo que a nivel mundial se han implementado una serie de acciones que buscan cumplir con lo establecido en al agenda 2030 y mitigar los efectos negativos que los humanos generamos por el simple hecho de existir.

Dentro de la agenda 2030 se establecieron 18 objetivos de Desarrollo Sostenibles, destacando principalmente el cuidado al medio ambiente, marcando como principio rector la Sostenibilidad, la cual busca asegurar las necesidades del presente, sin comprometer las necesidades de futuras generaciones.

Uno de los 18 objetivos busca “Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.” Esto debido a la escasez de recursos hídricos, la mala calidad del agua y el saneamiento inadecuado que influyen negativamente en la seguridad alimentaria y en el abastecimiento futuro de agua para los países pobres.

Es así que, por cada objetivo se marcaron metas especificas a cumplir durante un periodo de 15 años a partir de la aprobación de la agenda 2030. Algunas de las metas establecidas para garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos, de aquí al 2030 son:

  • Lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos.
  • Lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos para todos y poner fin a la defecación al aire libre, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones de vulnerabilidad.
  • Mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación, eliminando el vertimiento y minimizando la emisión de productos químicos y materiales peligrosos, reduciendo a la mitad el porcentaje de aguas residuales sin tratar y aumentando considerablemente el reciclado y la reutilización sin riesgos a nivel mundial.
  • Aumentar considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua y reducir considerablemente el número de personas que sufren falta de agua.
  • Apoyar y fortalecer la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento.

La necesidad de la mejora en la gestión de las aguas nacionales y la reutilización, es el camino a seguir para nuestro país. Se estima que en nuestro país solo el 40% de las aguas residuales son tratadas. Además, las plantas de tratamiento en funcionamiento en nuestro pías, en muchas de las ocasiones no cumplen con las capacidades técnicas para tratar de forma adecuada las aguas residuales.

Ahora bien, partiendo de lo anterior, México ha implementado en los últimos años una serie de acciones que pretenden llevar al país a una mejor planeación y políticas hídricas, encaminado a la sostenibilidad para cumplir con lo pactado en la Agenda 2030. La publicación de normas oficiales, la actualizaciones o modificaciones en las leyes, así como las propuestas de ley, reflejan la intención del gobierno para optar por un camino hacía una mejor gestión hídrica dentro del país.

Recientemente se publicó en el 2018, la NMX-AA-179-SCFI-2018, que tiene por objetivo medir de forma telemática la extracción de agua de pozo, buscando en todo momento generar certeza sobre la cantidad de metros cúbicos que los usuarios de aguas nacionales aprovechan.  Esta norma entrará en vigor el primero de julio de 2022, obligando así a todos los usuarios de aguas nacionales con excepción de los agrícolas. Esta aplicación de la nueva norma deja de manera clara, la intención del gobierno de generar un uso eficiente de los recursos hídricos con los que cuenta el país.

Por otro lado, recientemente el 29 de agosto del presente año, la SEMARNAT, publicó en rueda de prensa la actualización de la NOM-001-SEMARNAT-1993, en el cuál hacen cambios en los límites máximos permisibles en parámetros como la Demanda Bioquímica de Oxígeno, y la temperatura, además; se añaden nuevos parámetros como la coloración del agua, y la toxicidad en la descarga. Lo anterior mencionado, buscando mejorar la calidad de las descargas realizadas.

De igual manera, se destaca el constante esfuerzo por legislar sobre una nueva Ley General de Aguas Nacionales, que buscaría gestionar de una mejor manera los recursos hídricos, creando nuevos órganos de vigilancia, así como la reducción de la temporalidad de los Títulos de Concesión. Es claro el camino que se está recorriendo por parte del gobierno. Posiblemente dentro de los próximos años veamos materializada una nueva Ley de Aguas Nacionales que implique de una manera más detallada la reutilización del agua, una mejor regulación en las descargas y una mejor planeación hídrica en nuestro país. Buscando en todo momento no comprometer el agua disponible para los futuros mexicanos. Esto en aras de cumplir con lo pactado en la Agenda 2030 y sus metas específicas.